"Ahora somos un imperio y cuando actuamos estamos creando nuestra nueva realidad" (Karl Rove, 'arquitecto' de las guerras de George W. Bush).
Inclusive, las desastrosas y trágicas consecuencias para el pueblo eslavo de la 'amistad' con EEUU durante el Gobierno de Boris Yeltsin no pudieron mermar la fe de los líderes del país en Washington. Recién con la instalación del capitalismo en su forma casi salvaje, los rusos empezaron a darse cuenta de lo absurdo de sus sueños por tener relaciones de armonía con los EEUU.
©
Sputnik/ Alexey Filippov
Basta analizar una reciente entrevista del especialista en geopolítica e inteligencia Bill Gertz con el director de la CIA, Mike Pompeo para darnos cuenta de lo correcto de las conclusiones de Vandam. El director de la CIA declaró que sean soviéticos o rusos siempre representarán "un peligro" para Occidente. Según Pompeo, los rusos tienen la costumbre de formar la opinión pública occidental a través de su propaganda y otros medios, "nosotros tenemos la obligación de hacerlos retroceder, derrotarlos o hacer todo lo posible para que sus acciones sean dolorosas para ellos y de esta manera reducir la magnitud de sus acciones" (Washington Free Beacon, 26-06-17).
©
AFP 2017/ Saul Loeb
Los congresistas norteamericanos están repitiendo esta explicación metódicamente a través de sus medios de comunicación globalizados en manos de seis mayores corporaciones que controlan la opinión pública de un 98% de la población estadounidense. Han logrado contagiar al pueblo norteamericano con el 'Síndrome James Forrestal'.
El 22 de mayo de 1949 el secretario de Defensa, James Forrestal se mató saltando del piso 17 gritando "The Russians are coming. The Russians are coming. They are here. I saw Russian soldiers around the corner" (Los rusos están viniendo. Los rusos están viniendo. Están aquí. Vi a los soldados rusos a la vuelta de la esquina". Libro: 'Driven Patriot, the Life and Times of James Forrestal').
©
Sputnik/
11
Según el informe del Comité Judicial del Senado norteamericano hecho público en 1974, "General Motors fue más importante para la máquina de guerra nazi que Suiza. En Suiza se depositaban los fondos saqueados. GM fue una parte integral del esfuerzo de guerra de Alemania. Los nazis no hubieran podido invadir Polonia y Rusia sin General Motors". Para el colmo, el Gobierno norteamericano compensó a la GM por la destrucción, por los aviones norteamericanos, de su fábrica en Russelsheim, Alemania con 33 millones de dólares.
©
AFP 2017/ Tim Sloan
Con esta consigna, Norteamérica logró dominar el mundo y facilitó inclusive la desintegración de la Unión Soviética, pensando que por fin lograría desintegrar también a Rusia, según el diseño de Zbigniew Brzezinski en unos 10 miniestados. Hizo rodear al Gobierno de Yeltsin con unos 2.000 asesores que participaron activamente en el desmantelamiento del sector productivo y científico que Rusia heredó de la URSS y que orientaron a los nuevos ambiciosos y descarados amos de Rusia en la creación de la nueva constitución del país. Pensando en la futura desintegración de Rusia y la posibilidad de una guerra civil o resurgimiento de una Rusia nueva, los norteamericanos hicieron expandirse a la OTAN, el brazo derecho militar de Norteamérica en Europa de 16 miembros en 1990 a 28 países.
©
Sputnik/ Kirill Kallinikov
Este 'interés nacional' se impuso finalmente, después de mucha cautela, paciencia, pragmatismo y la lentitud rusa en tomar las decisiones, en relaciones con Estados Unidos absorto ciegamente por tratar de encontrar una forma de destruir Rusia. Primero, los norteamericanos fracasaron aplicando el consejo de Brzezinski de que al alejar Ucrania de Rusia y convertirla en su enemigo, Moscú dejará de ser fuerte. Resultó al revés, Rusia logró recuperar Crimea lo que la fortaleció geopolíticamente al no permitir al Pentágono dominar el mar Negro. Segundo, los intentos de Washington de crear un Maidán en Rusia fracasaron rotundamente. Tercero, su extremadamente cínica guerra mediática contra Rusia no tuvo los resultados esperados por el Departamento de Estado por mucho dinero que transfirieran a sus Organizaciones No Gubernamentales (NGO) a lo largo y ancho del país.
©
Sputnik/ Maks Vetrov
Conociendo la historia de la formación de la Europa moderna bajo el tutelaje norteamericano después de la Segunda Guerra Mundial, hay más posibilidades de que Europa obedezca a EEUU y siga aplicando las sanciones contra Rusia a que tenga el coraje de rebelarse contra su amo de Washington.
Frente a todos estos acontecimientos envueltos en la histeria antirrusa, casi ya globalizada, promovida prácticamente con unanimidad por el Congreso norteamericano (98 contra dos votos en el Senado y 419 votos contra tres en la Casa de Representantes autorizando más drásticas sanciones), Moscú ha puesto fin a sus ilusiones de mejorar las relaciones con EEUU y empezó a fortalecer sus intereses nacionales ajustándose a la realidad.
Le tomó a Rusia 179 días después de la expulsión de 35 diplomáticos rusos de EEUU y el desalojo de dos locales diplomáticos aplicar las primeras medidas de respuesta. Moscú le dio un mes a Washington para reducir el número de su personal diplomático de 1.200 personas a 455, misma cantidad que tiene Rusia en EEUU. También Norteamérica tendrá que desalojar su bella residencia de campo a orillas del río Moscova y las bodegas en la ciudad. Esta respuesta de Moscú podría parecer débil y tímida a primera vista pero al analizarla vemos que por la expulsión de 35 diplomáticos rusos, Putin ordenó el recorte de más de 700 diplomáticos estadounidenses en Rusia. Y esto es algo más que "el ojo por ojo y el diente por diente".
Así, con paciencia y tomándose su tiempo Rusia ajusta su política a las acciones y la realidad norteamericana dejando de lado las ilusiones de una amistad con Norteamérica, país que lo único que respeta es una fuerza brutal capaz de golpearlo fuerte en respuesta a la habitual agresividad 'exclusiva' estadounidense.
Vicky Peláez
vía Sputnik
Explican por qué el Ejército de EE.UU. no podrá vencer a Rusia ni a China
El Ejército de EE.UU. no es lo suficientemente fuerte para hacer frente a los modernos ejércitos de Rusia y China porque se ha acostumbrado a combatir contra los rebeldes en Oriente Medio.
El Ejército estadounidense es incapaz de hacer frente a las fuerzas de China y Rusia, opina el periodista de U.S. News & World Report Paul D. Shinkman.
"Mientras que Estados Unidos en los últimos años se ha centrado en operaciones a gran escala contra los rebeldes en Oriente Medio, los Ejércitos oponentes se han estado desarrollando", cree el periodista.
Combatir en las 'calles sucias y polvorientas' de Irak y Afganistán estimuló la producción de equipo militar más ligero, como por ejemplo los MRAP (vehículos militares preparados para resistir minas) o vehículos aéreos no tripulados.
"Mientras tanto, Rusia empezó a trabajar en un programa para fortalecer y mejorar sus fuerzas militares. El país ha invertido en un nuevo tipo de tanques de alta tecnología y en aeronaves que pueden lanzar varios misiles simultáneamente, así como en los complejos S-400 que están desplegados en Siria", destaca el periodista.
Añade también que durante los últimos años China ha desarrollado sus fuerzas armadas para asegurar el robustecimiento de las fuerzas navales y aéreas y se ha convertido en uno de los Estados decisivos para el desarrollo de la región.
RT
La Federación Rusa realizó del 5 al 10 de septiembre «Cáucaso 2016», uno de los mayores ejercicios militares defensivos de la historia, con la participación de 120 000 soldados y oficiales.
La agencia de noticias Tass reportó que «Cáucaso 2016» se desarrolló en áreas adyacentes a la península de Crimea. Según el jefe del estado mayor general ruso, general Valery Guerasimov, nunca participaron más de 12 500 personas a la vez. Entre los participantes también se contaron representantes de los diferentes ministerios y del Banco Central de Rusia.
El general Guerasimov describió este ejercicio como un «entrenamiento militar intensivo». Fue para toda la oficialidad un difícil test que también sometió a dura prueba todos los organismos militares de control y verificó sus capacidades en función de la coordinación que debe existir entre todas las ramas de las fuerzas armadas rusas durante la realización de operaciones conjuntas.
Una semana antes del inicio de «Cáucaso 2016», el ministro ruso de Defensa, general Serguei Choigu, había anunciado la creación, con gran despliegue de recursos materiales y humanos, de una unidad especial en la región de Chukotka. La decisión fue tomada en 2015 y es «parte de un plan de instalación de un sistema unificado de defensa desde la costa ártica, en el norte, hasta el territorio de Premorja, en el sur». El objetivo es garantizar la seguridad de las Islas Kuriles y en el Mar de Bering así como la protección de las rutas marítimas del Pacífico y fortalecer las capacidades combativas de la marina nuclear rusa. Las nuevas divisiones deben garantizar la defensa de las regiones, escasamente pobladas, de la costa oriental de la Federación Rusa.
Rusia no disponía hasta entonces de ninguna división consagrada a la defensa costera. Las fronteras occidentales de Rusia se hallan en el continente europeo y, por el lado del este –desierto– no había necesidad de defender las costas que se hallan frente al territorio de Alaska, también prácticamente desierto. No existe información sobre las características que tendría una defensa costera oriental [rusa], ni sobre su despliegue o el armamento previsto para ella.
Hasta ahora –como en tiempos de la Unión Soviética– había fuerzas navales que protegían las costas rusas con su presencia en el Mar Báltico, el Océano Ártico, el Mar Negro y el Pacífico. Entonces, ¿por qué crear divisiones terrestres a lo largo de las costas?
Una división es un gran conjunto organizado de fuerzas terrestres capaz de asumir un enfrentamiento de tipo “interarmas”, o sea desplegando fuerzas de infantería, unidades de ingeniería militar, de defensa NBC [defensa contra ataques nucleares, biológicos o químicos], blindados, servicios de salud, misiles, artillería pesada, en resumen todos los medios de la panoplia militar moderna. En lo adelante, varias divisiones se posicionan a lo largo de la costa oriental [de la Federación Rusa].
En Alaska hay bases militares estadounidenses que están muy lejos de carecer de importancia, como la base aérea de Elmendorf, en Anchorage. Allí están desplegados los más recientes aviones de guerra estadounidenses F-22 Raptor, listos a despegar para interceptar los bombarderos estratégicos rusos.
Pero también están allí el NORAD [1] a cargo de la región de Alaska, el Mando del 11º Ejército Aéreo de Estados Unidos y Fort Richardson, con la 4ª Brigada de Paracaidistas (Combat Team) de la 25ª división de infantería. Como ya explicamos anteriormente, las divisiones podrían disponer de diferentes tipos de misiles. El analista militar Sergei Ischenko señala que si Rusia instalara a lo largo de su costa oriental varias rampas móviles de lanzamiento del sistema de misiles balísticos de corto alcance Iskander, los F-22 Raptor de Estados Unidos apenas tendrían tiempo de despegar.
Como ya sabemos, a raíz del incidente del USS Donald Cook [2] y de otras demostraciones de las fuerzas armadas rusas, estas últimas podrían paralizar totalmente los dispositivos electrónicos militares de Estados Unidos –y Alaska no sería la excepción– dejando sordos y ciegos todos sus puestos de observación y alerta. «Como en los tiempos de la guerra fría, las tropas de las bases de Elmendorf y de Fort Richardson se irían cada noche a la cama con un mal presentimiento», resume el analista Ischenko.
Para colmo, como subrayó el presidente chino Xi Jinping en la Cumbre del G20 celebrada en Hangzhu, China persigue sus propios objetivos en el Mar de China Meridional, justo al sur de la costa oriental de Rusia. Decididamente, la situación no parece nada halagüeña para Estados Unidos.
Pero, no sólo habrá divisiones de defensa costera en la región de Chukotka y en las costas del sur, antes de llegar a China. La fuerza aérea rusa ha construido 10 bases aéreas en el Ártico. Spetsstroy, el sistema ruso a cargo de las construcciones especiales, está desarrollando las instalaciones de infraestructura de esas bases aéreas en el Gran Norte, el Extremo Oriente y en Siberia para acoger a 20 000 militares con sus familias, así como empleados civiles del ministerio de Defensa.
El sitio web [estadounidense] The National Interest señala que los aviones de combate de esas 10 bases aéreas rusas están equipados con el temible Vympel R-37, un misil aire-aire de muy largo alcance capaz de derribar de manera selectiva los aviones estadounidenses AWACS y C4-ISTAR. Estos misiles aire-aire pueden recorrer distancias tan grandes que los aviones que los lanzan son inaccesibles para los aviones de combate estadounidenses que sirven de escolta a los AWACS y los C4-ISTAR.
Los aviones de combate rusos pueden además derribar con gran precisión los aviones estadounidenses de reabastecimiento en vuelo y la explosión de la carga de combustible altamente inflamable que transportan esas aeronaves es de tal intensidad que no deja a las tripulaciones absolutamente ninguna posibilidad de sobrevivir aunque utilicen sus asientos eyectables. El impacto transforma instantáneamente el avión de reabastecimiento repleto de combustible en una bola de fuego.
Están además los misiles aire-aire Nivator KS-17, que ya reciben entre los estadounidenses el sobrenombre de «AWACS killers» y que garantizan con toda precisión la aniquilación del blanco a una distancia de 400 kilómetros. Son los misiles aire-aire más pesados y más destructivos que se hayan construido nunca. La fuerza aérea de la India ya dispone de esa arma, que equipa sus Su-30MKI adquiridos en Rusia.
El 6 de septiembre de 2016, la agencia Tass reportaba el envío de 1 500 Spetsnaz (fuerzas especiales rusas) a Bolivia, en el marco de un acuerdo de cooperación militar de inmediata aplicación entre la Federación Rusa y Bolivia. Pero se trata a la vez de una avanzada –cuyo número no se limitará probablemente a 1 500 hombres– que se acerca a las fronteras de Estados Unidos. Bolivia ve en Rusia un país amigo con el que mantiene excelentes relaciones, según declaró el ministro de Defensa boliviano. Por su parte, Rusia ve en Bolivia un socio prometedor, respondió el ministro de Defensa ruso.
La prontitud de Bolivia en cooperar con Rusia se inscribe en un contexto de temor a convertirse en la próxima Venezuela o el próximo Brasil, donde Estados Unidos provocaría desórdenes y derrocamientos de políticos.
En Brasil, Washington parece estar detrás de la destitución de la presidenta Dilma Roussef, cuyo sucesor a la cabeza del Estado, Michel Temer, fue durante muchos años, según informaciones reveladas por WikiLeaks, informante de los servicios de inteligencia estadounidenses contra su propio país. El artículo indica además que Temer recurrirá a Goldman Sachs y al FMI para administrar y dirigir la economía brasileña.
Durante el derrocamiento de Dilma Roussef, Temer tuvo el respaldo del senador Aloysio Nunes, quien maniobró a favor de la destitución de la presidenta. Después de lograr la destitución de Roussef, Nunes se fue por 3 días a Estados Unidos para reunirse allí con representantes del gobierno estadounidense, con miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y del Albright Stonebridge Group –encabezado por Madeleine Albright– y con el ex embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon. WikiLeaks recuerda también que la actual embajadora de Estados Unidos en Brasil, Liliana Ayalde, estuvo implicada anteriormente en el derrocamiento del gobierno en Paraguay.
El Pentágono se quejó después de que el avión de combate ruso había realizado maniobras peligrosas y afirmó que se había aproximado hasta una distancia de 10 pies del avión estadounidense. Pero el intento de penetración en el espacio aéreo ruso contradice todas las reglas internacionales, y esta fue sólo una más de las agresiones estadounidenses deliberadamente perpetradas el 1º de agosto de 2016, cuando Estados Unidos hizo volar a lo largo de la frontera norte de Rusia varios bombarderos estratégicos capaces de transportar armamento nuclear.
Con su misil PL-15, China ha dejado perplejos a los responsables militares de Estados Unidos. El AIM-120 AMRAAM [Misil Aire-Aire Avanzado de Alcance Medio] que equipa actualmente los aviones de combate estadounidenses no soporta la comparación con el PL-15 chino. «¿Qué podemos hacer ante esa amenaza?», se preguntó el general Herbert Carlisle, comandante del Air Combat Command, para exigir seguidamente: «El PL-15 y el alcance de ese misil… simplemente tenemos que ser capaces de sobrepasarlos.»
China ha desarrollado también el Chengdu J-20, un avión de combate furtivo, eficaz y ultramoderno. Aunque los chinos mantienen en secreto numerosos datos, los militares estadounidenses dan por sentado que se trata de un avión optimizado capaz de alcanzar grandes velocidades y de muy largo alcance. Al armar ese avión de combate con el misil PL-15, China podrá destruir los aviones de reabastecimiento en vuelo de Estados Unidos, y también sus barcos de guerra.
Es importante tener en cuenta que las operaciones aéreas de los aviones de combate estadounidenses F-22 sobre los mares exigen la participación de 3 o 4 aviones de reabastecimiento en vuelo que, según un RAND-Briefing, deben despegar cada hora para reabastecer en vuelo los aviones de combate con 2,6 millones de galones de combustible. Por supuesto, eso también se sabe en Pekín. Así que los aviones chinos Chengdu J-20 no tienen más que utilizar –a prudencial distancia– sus misiles PL-25 contra los pesados y poco maniobrables aviones de reabastecimiento en vuelo para derribarlos fácilmente y paralizar así la US Air Force en las aguas extraterritoriales a lo largo de las costas chinas y de las costas orientales de Rusia.
Los bombarderos estadounidenses no podrían penetrar profundamente en los territorios de China y Rusia para destruir las grandes ciudades y los centros importantes con bombardeos aéreos. Pero tampoco serían capaces de realizar acciones combativas en las zonas costeras de China o Rusia. Estados Unidos está perdiendo su predominio aéreo en el Mar de China Meridional, región de gran importancia –debido a sus vías comerciales mundiales– y también está perdiendo su influencia sobre los Estados con costas en esas aguas, que hoy ven al antiguo campeón absoluto en posición de desventaja.
En cambio, Rusia y China sí tienen buenas posibilidades de enfrentar a Estados Unidos a lo largo de la costa occidental estadounidense, e incluso en suelo estadounidense, con durísimos ataques aéreos. Sin sus sistemas de alerta electrónica, ya que Rusia puede desactivarlos, las posibilidades de la defensa antiaérea de Estados Unidos serían muy reducidas. En materia de combate aéreo, los misiles aire-aire de largo alcance rusos y chinos son superiores a los de Estados Unidos.
Así que los estadounidenses tendrán que ir acostumbrándose a la idea de tener que sufrir la guerra en su propio suelo. Toda la costa occidental de Estados Unidos, hasta muy lejos en la profundidad del territorio estadounidense, se vería afectada. Y si a Estados Unidos se le ocurriese recurrir al arma nuclear, la respuesta sería como mínimo una bomba atómica sobre una gran ciudad estadounidense de la costa occidental.
La tendencia que acabamos de describir muestra que Rusia y China quieren que Estados Unidos lo tenga muy claro y que ambos países están decididos, si fuese necesario, a recurrir a sus nuevas posibilidades. Pero el pueblo estadounidense no está sicológicamente preparado para ese catastrófico escenario y se produciría una explosión de pánico que desataría una verdadera tormenta contra el gobierno. Estados Unidos no sería capaz de enfrentar una guerra así por más de 2 semanas.
"Mientras que Estados Unidos en los últimos años se ha centrado en operaciones a gran escala contra los rebeldes en Oriente Medio, los Ejércitos oponentes se han estado desarrollando", cree el periodista.
Combatir en las 'calles sucias y polvorientas' de Irak y Afganistán estimuló la producción de equipo militar más ligero, como por ejemplo los MRAP (vehículos militares preparados para resistir minas) o vehículos aéreos no tripulados.
"Mientras tanto, Rusia empezó a trabajar en un programa para fortalecer y mejorar sus fuerzas militares. El país ha invertido en un nuevo tipo de tanques de alta tecnología y en aeronaves que pueden lanzar varios misiles simultáneamente, así como en los complejos S-400 que están desplegados en Siria", destaca el periodista.
Añade también que durante los últimos años China ha desarrollado sus fuerzas armadas para asegurar el robustecimiento de las fuerzas navales y aéreas y se ha convertido en uno de los Estados decisivos para el desarrollo de la región.
RT
Rusia y China dispuestas a luchar a las puertas de Estados Unidos
La coyuntura actual, con sus conflictos cada vez más intensos en el Medio Oriente y la grave escalada militar en marcha en Europa –a las puertas de Rusia– y también en Asia, ahora alrededor de la República Popular Democrática de Corea, ha llevado a numerosos comentaristas a afirmar que el mundo está al borde de una Tercera Guerra Mundial. Pero los estrategas de Estados Unidos, que sigue empujando sus aliados europeos a agravar las tensiones, al parecer creyendo que todo enfrentamiento bélico se desarrollaría siempre del otro lado de los océanos que bañan las costas estadounidenses, parecen no haber mirado bien los mapas para tener en cuenta todas las posibilidades.
Rusia y China dispuestas a luchar a las puertas de Estados Unidos
por Niki Vogt
La Federación Rusa realizó del 5 al 10 de septiembre «Cáucaso 2016», uno de los mayores ejercicios militares defensivos de la historia, con la participación de 120 000 soldados y oficiales.
La agencia de noticias Tass reportó que «Cáucaso 2016» se desarrolló en áreas adyacentes a la península de Crimea. Según el jefe del estado mayor general ruso, general Valery Guerasimov, nunca participaron más de 12 500 personas a la vez. Entre los participantes también se contaron representantes de los diferentes ministerios y del Banco Central de Rusia.
El general Guerasimov describió este ejercicio como un «entrenamiento militar intensivo». Fue para toda la oficialidad un difícil test que también sometió a dura prueba todos los organismos militares de control y verificó sus capacidades en función de la coordinación que debe existir entre todas las ramas de las fuerzas armadas rusas durante la realización de operaciones conjuntas.
Una clara advertencia a Occidente
La envergadura misma de ese ejercicio y la región seleccionada para realizarlo pueden ser interpretadas como una clara advertencia a Occidente para que no trate de utilizar la llamada «anexión de Crimea» ni ponga a prueba la paciencia de Rusia en la región de Donbass. Al mismo tiempo se dio a conocer el proyecto de creación –de aquí a 2018– de una línea de defensa costera en el extremo oriental de Rusia.Una semana antes del inicio de «Cáucaso 2016», el ministro ruso de Defensa, general Serguei Choigu, había anunciado la creación, con gran despliegue de recursos materiales y humanos, de una unidad especial en la región de Chukotka. La decisión fue tomada en 2015 y es «parte de un plan de instalación de un sistema unificado de defensa desde la costa ártica, en el norte, hasta el territorio de Premorja, en el sur». El objetivo es garantizar la seguridad de las Islas Kuriles y en el Mar de Bering así como la protección de las rutas marítimas del Pacífico y fortalecer las capacidades combativas de la marina nuclear rusa. Las nuevas divisiones deben garantizar la defensa de las regiones, escasamente pobladas, de la costa oriental de la Federación Rusa.
Divisiones rusas en la frontera oriental de la Federación
El comunicado oficial no decía más. Pero, en relación con los dos anuncios que contenía, es interesante señalar que la Federación Rusa envía a Washington un mensaje perfectamente claro.Rusia no disponía hasta entonces de ninguna división consagrada a la defensa costera. Las fronteras occidentales de Rusia se hallan en el continente europeo y, por el lado del este –desierto– no había necesidad de defender las costas que se hallan frente al territorio de Alaska, también prácticamente desierto. No existe información sobre las características que tendría una defensa costera oriental [rusa], ni sobre su despliegue o el armamento previsto para ella.
Hasta ahora –como en tiempos de la Unión Soviética– había fuerzas navales que protegían las costas rusas con su presencia en el Mar Báltico, el Océano Ártico, el Mar Negro y el Pacífico. Entonces, ¿por qué crear divisiones terrestres a lo largo de las costas?
Una división es un gran conjunto organizado de fuerzas terrestres capaz de asumir un enfrentamiento de tipo “interarmas”, o sea desplegando fuerzas de infantería, unidades de ingeniería militar, de defensa NBC [defensa contra ataques nucleares, biológicos o químicos], blindados, servicios de salud, misiles, artillería pesada, en resumen todos los medios de la panoplia militar moderna. En lo adelante, varias divisiones se posicionan a lo largo de la costa oriental [de la Federación Rusa].
A sólo 90 kilómetros de Alaska
Una simple ojeada al mapa muestra que entre el punto más avanzado del noreste de Rusia y el territorio de Estados Unidos no hay más que el Estrecho de Bering. Y, en su punto más estrecho, las dos superpotencias están a no más de 90 kilómetros. Alaska está a un paso. Pero ¿qué hay en Alaska, además de renos, lobos, osos y unos cuantos poblados?En Alaska hay bases militares estadounidenses que están muy lejos de carecer de importancia, como la base aérea de Elmendorf, en Anchorage. Allí están desplegados los más recientes aviones de guerra estadounidenses F-22 Raptor, listos a despegar para interceptar los bombarderos estratégicos rusos.
Pero también están allí el NORAD [1] a cargo de la región de Alaska, el Mando del 11º Ejército Aéreo de Estados Unidos y Fort Richardson, con la 4ª Brigada de Paracaidistas (Combat Team) de la 25ª división de infantería. Como ya explicamos anteriormente, las divisiones podrían disponer de diferentes tipos de misiles. El analista militar Sergei Ischenko señala que si Rusia instalara a lo largo de su costa oriental varias rampas móviles de lanzamiento del sistema de misiles balísticos de corto alcance Iskander, los F-22 Raptor de Estados Unidos apenas tendrían tiempo de despegar.
Como ya sabemos, a raíz del incidente del USS Donald Cook [2] y de otras demostraciones de las fuerzas armadas rusas, estas últimas podrían paralizar totalmente los dispositivos electrónicos militares de Estados Unidos –y Alaska no sería la excepción– dejando sordos y ciegos todos sus puestos de observación y alerta. «Como en los tiempos de la guerra fría, las tropas de las bases de Elmendorf y de Fort Richardson se irían cada noche a la cama con un mal presentimiento», resume el analista Ischenko.
Rusia impone a Estados Unidos lo que ella misma ha venido sufriendo
Rusia aplica ahora exactamente lo que ella misma ha tenido que soportar durante los últimos años: bases militares y tropas de la potencia adversaria aparecen cerca de las fronteras de Estados Unidos.Para colmo, como subrayó el presidente chino Xi Jinping en la Cumbre del G20 celebrada en Hangzhu, China persigue sus propios objetivos en el Mar de China Meridional, justo al sur de la costa oriental de Rusia. Decididamente, la situación no parece nada halagüeña para Estados Unidos.
Pero, no sólo habrá divisiones de defensa costera en la región de Chukotka y en las costas del sur, antes de llegar a China. La fuerza aérea rusa ha construido 10 bases aéreas en el Ártico. Spetsstroy, el sistema ruso a cargo de las construcciones especiales, está desarrollando las instalaciones de infraestructura de esas bases aéreas en el Gran Norte, el Extremo Oriente y en Siberia para acoger a 20 000 militares con sus familias, así como empleados civiles del ministerio de Defensa.
El sitio web [estadounidense] The National Interest señala que los aviones de combate de esas 10 bases aéreas rusas están equipados con el temible Vympel R-37, un misil aire-aire de muy largo alcance capaz de derribar de manera selectiva los aviones estadounidenses AWACS y C4-ISTAR. Estos misiles aire-aire pueden recorrer distancias tan grandes que los aviones que los lanzan son inaccesibles para los aviones de combate estadounidenses que sirven de escolta a los AWACS y los C4-ISTAR.
Los aviones de combate rusos pueden además derribar con gran precisión los aviones estadounidenses de reabastecimiento en vuelo y la explosión de la carga de combustible altamente inflamable que transportan esas aeronaves es de tal intensidad que no deja a las tripulaciones absolutamente ninguna posibilidad de sobrevivir aunque utilicen sus asientos eyectables. El impacto transforma instantáneamente el avión de reabastecimiento repleto de combustible en una bola de fuego.
Están además los misiles aire-aire Nivator KS-17, que ya reciben entre los estadounidenses el sobrenombre de «AWACS killers» y que garantizan con toda precisión la aniquilación del blanco a una distancia de 400 kilómetros. Son los misiles aire-aire más pesados y más destructivos que se hayan construido nunca. La fuerza aérea de la India ya dispone de esa arma, que equipa sus Su-30MKI adquiridos en Rusia.
1500 soldados de élite rusos en Bolivia
El rearme va incluso más allá de la frontera noroeste de Estados Unidos.El 6 de septiembre de 2016, la agencia Tass reportaba el envío de 1 500 Spetsnaz (fuerzas especiales rusas) a Bolivia, en el marco de un acuerdo de cooperación militar de inmediata aplicación entre la Federación Rusa y Bolivia. Pero se trata a la vez de una avanzada –cuyo número no se limitará probablemente a 1 500 hombres– que se acerca a las fronteras de Estados Unidos. Bolivia ve en Rusia un país amigo con el que mantiene excelentes relaciones, según declaró el ministro de Defensa boliviano. Por su parte, Rusia ve en Bolivia un socio prometedor, respondió el ministro de Defensa ruso.
La prontitud de Bolivia en cooperar con Rusia se inscribe en un contexto de temor a convertirse en la próxima Venezuela o el próximo Brasil, donde Estados Unidos provocaría desórdenes y derrocamientos de políticos.
En Brasil, Washington parece estar detrás de la destitución de la presidenta Dilma Roussef, cuyo sucesor a la cabeza del Estado, Michel Temer, fue durante muchos años, según informaciones reveladas por WikiLeaks, informante de los servicios de inteligencia estadounidenses contra su propio país. El artículo indica además que Temer recurrirá a Goldman Sachs y al FMI para administrar y dirigir la economía brasileña.
Durante el derrocamiento de Dilma Roussef, Temer tuvo el respaldo del senador Aloysio Nunes, quien maniobró a favor de la destitución de la presidenta. Después de lograr la destitución de Roussef, Nunes se fue por 3 días a Estados Unidos para reunirse allí con representantes del gobierno estadounidense, con miembros del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y del Albright Stonebridge Group –encabezado por Madeleine Albright– y con el ex embajador de Estados Unidos en Brasil, Thomas Shannon. WikiLeaks recuerda también que la actual embajadora de Estados Unidos en Brasil, Liliana Ayalde, estuvo implicada anteriormente en el derrocamiento del gobierno en Paraguay.
Avión espía de Estados Unidos en el Mar Negro
Rusia justifica la aceleración de sus esfuerzos en el sector militar –que evidentemente apuntan a Estados Unidos– recordando que en la región del Mar Negro un avión espía P8 Poseidon de Estados Unidos, trató de penetrar recientemente en el espacio aéreo ruso con su transpondedor apagado [3]. El avión estadounidense fue interceptado entonces por un Su-27 ruso.El Pentágono se quejó después de que el avión de combate ruso había realizado maniobras peligrosas y afirmó que se había aproximado hasta una distancia de 10 pies del avión estadounidense. Pero el intento de penetración en el espacio aéreo ruso contradice todas las reglas internacionales, y esta fue sólo una más de las agresiones estadounidenses deliberadamente perpetradas el 1º de agosto de 2016, cuando Estados Unidos hizo volar a lo largo de la frontera norte de Rusia varios bombarderos estratégicos capaces de transportar armamento nuclear.
Un nuevo panorama de la situación internacional
Si tenemos en cuenta el hecho, ya mencionado anteriormente, que China ya ha mostrado abiertamente que está dispuesta a oponerse a las actividades de Estados Unidos en la región, y el armamento que ha desarrollado la propia China, vemos dibujarse un nuevo panorama de la situación internacional.Con su misil PL-15, China ha dejado perplejos a los responsables militares de Estados Unidos. El AIM-120 AMRAAM [Misil Aire-Aire Avanzado de Alcance Medio] que equipa actualmente los aviones de combate estadounidenses no soporta la comparación con el PL-15 chino. «¿Qué podemos hacer ante esa amenaza?», se preguntó el general Herbert Carlisle, comandante del Air Combat Command, para exigir seguidamente: «El PL-15 y el alcance de ese misil… simplemente tenemos que ser capaces de sobrepasarlos.»
China ha desarrollado también el Chengdu J-20, un avión de combate furtivo, eficaz y ultramoderno. Aunque los chinos mantienen en secreto numerosos datos, los militares estadounidenses dan por sentado que se trata de un avión optimizado capaz de alcanzar grandes velocidades y de muy largo alcance. Al armar ese avión de combate con el misil PL-15, China podrá destruir los aviones de reabastecimiento en vuelo de Estados Unidos, y también sus barcos de guerra.
Es importante tener en cuenta que las operaciones aéreas de los aviones de combate estadounidenses F-22 sobre los mares exigen la participación de 3 o 4 aviones de reabastecimiento en vuelo que, según un RAND-Briefing, deben despegar cada hora para reabastecer en vuelo los aviones de combate con 2,6 millones de galones de combustible. Por supuesto, eso también se sabe en Pekín. Así que los aviones chinos Chengdu J-20 no tienen más que utilizar –a prudencial distancia– sus misiles PL-25 contra los pesados y poco maniobrables aviones de reabastecimiento en vuelo para derribarlos fácilmente y paralizar así la US Air Force en las aguas extraterritoriales a lo largo de las costas chinas y de las costas orientales de Rusia.
Los estadounidenses tendrán que acostumbrarse a la idea de que la guerra puede librarse en su propio territorio
Teniendo en cuenta que Rusia agregaría a todo lo anterior su propia capacidad para neutralizar el complejísimo sistema electrónico AEGIS de las fuerzas armadas estadounidenses, el hecho es que Estados Unidos no puede darse el lujo de probar fuerza frente a China y Rusia en esa parte del mundo.Los bombarderos estadounidenses no podrían penetrar profundamente en los territorios de China y Rusia para destruir las grandes ciudades y los centros importantes con bombardeos aéreos. Pero tampoco serían capaces de realizar acciones combativas en las zonas costeras de China o Rusia. Estados Unidos está perdiendo su predominio aéreo en el Mar de China Meridional, región de gran importancia –debido a sus vías comerciales mundiales– y también está perdiendo su influencia sobre los Estados con costas en esas aguas, que hoy ven al antiguo campeón absoluto en posición de desventaja.
En cambio, Rusia y China sí tienen buenas posibilidades de enfrentar a Estados Unidos a lo largo de la costa occidental estadounidense, e incluso en suelo estadounidense, con durísimos ataques aéreos. Sin sus sistemas de alerta electrónica, ya que Rusia puede desactivarlos, las posibilidades de la defensa antiaérea de Estados Unidos serían muy reducidas. En materia de combate aéreo, los misiles aire-aire de largo alcance rusos y chinos son superiores a los de Estados Unidos.
Así que los estadounidenses tendrán que ir acostumbrándose a la idea de tener que sufrir la guerra en su propio suelo. Toda la costa occidental de Estados Unidos, hasta muy lejos en la profundidad del territorio estadounidense, se vería afectada. Y si a Estados Unidos se le ocurriese recurrir al arma nuclear, la respuesta sería como mínimo una bomba atómica sobre una gran ciudad estadounidense de la costa occidental.
La tendencia que acabamos de describir muestra que Rusia y China quieren que Estados Unidos lo tenga muy claro y que ambos países están decididos, si fuese necesario, a recurrir a sus nuevas posibilidades. Pero el pueblo estadounidense no está sicológicamente preparado para ese catastrófico escenario y se produciría una explosión de pánico que desataría una verdadera tormenta contra el gobierno. Estados Unidos no sería capaz de enfrentar una guerra así por más de 2 semanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta