Un cable diplomático revelado por WikiLeaks demostraría el interés de la Conaie por recuperar “instituciones gubernamentales”. Hoy, Jorge Herrera lo niega.
Redacción Política
Las decisiones adoptadas por la dirigencia del Movimiento Unidad Plurinacional Pachakutik en los últimos días, al apoyar los postulados del candidato de la derecha Guillermo Lasso, demuestran la postura política que mantienen en los últimos años, tal como lo revelaron las filtraciones de WikiLeaks.
“Las cúpulas actuales de las organizaciones indígenas sustituyeron las causas sociales y políticas por la simple lucha de poder y privilegios individuales”, afirmó el periodista noruego Eirik Vold, autor del libro ‘Ecuador en la mira’, que analiza los cables diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en Ecuador.
Para 2006, cuando inició la candidatura a la Presidencia de Rafael Correa, la preocupación indígena se centraba en cinco cosas: objeción al Tratado de Libre Comercio (TLC), destierro de EE.UU. de la base de Manta, impedir al Ecuador ser parte del Plan Colombia, promover una Asamblea Constituyente y el reconocimiento a la cultura indígena.
A pesar de que el entonces candidato Correa también se mostraba alineado con estos objetivos y las bases indígenas mostraran su apoyo a esas propuestas, también había preocupación por la resistencia de la cúpula indígena hacia Correa.
“Lo que nadie -o casi nadie- sabía era que ya había comenzado un proceso de acercamiento entre la cúpula de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y los representantes EE.UU. (sic.) en Ecuador”, señala Vold con referencia al cable 05QUITO586 del 14 de marzo de 2005 (ver facsímil).
Para el líder indígena Pedro de la Cruz, actual parlamentario andino, la imagen que mantiene EE.UU. al interior del pueblo indígena es que buscan objetivos diferentes a los de los movimientos de izquierda y, sobre todo, al de los pueblos ancestrales. “Jamás vamos a coincidir con la postura de los banqueros del imperialismo estadounidense”, aclaró.
Sin embargo, para Napoleón Saltos, miembro fundador de Pachakutik, hay una “distorsión de la realidad que dice que todos los males surgen alrededor del imperialismo”. Agregó que existe el imperialismo y la CIA, pero que estos no representan a EE.UU.
El mismo cable citado por Vold demostraría que miembros de la Conaie pidieron a la Embajada estadounidense que interviniera para que, el entonces presidente Alfredo Palacio, les “regresara instituciones gubernamentales” que habían liderado: el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (Codenpe) y la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (Dineib).
Al ver el impacto político que para entonces mantenía Correa, en marzo de 2006, Luis Hernández, militar retirado y una de las fuentes militares de la Embajada de EE.UU. en Ecuador, sugirió a Luis Macas, líder de la Conaie, como binomio para Correa en los comicios del mismo año. Aquello no ocurrió, Macas fue candidato presidencial y Correa fue a la contienda electoral junto al empresario Lenín Moreno.
La apuesta de Pachakutik de ir con candidato propio a los comicios de 2006 fue, según el vocero de aquella época, Antonio Ricaurte (quien posteriormente se candidatizó como alcalde de Quito), para afirmar que si las cúpulas indígenas fueran contrarias a las decisiones de las bases, perderían escaños en el Congreso. La diferencia entre Correa y Macas fue de 22,84% y 2,19%, respectivamente.
Para noviembre del 2009, el catedrático de Chimborazo, Kléver Naula, indicó que uno de los objetivos del movimiento indígena era la creación de ‘mini-Estados’ dentro del Ecuador para que fuesen gobernados por los mismos dirigentes indígenas. Sin embargo, “ese tipo de ideología [...] no tiene apoyo de las otras dos organizaciones indígenas” que componen la Conaie.
Para Jorge Herrera, actual presidente de la Conaie, las revelaciones de WikiLeaks no afirman la realidad del movimiento. Dijo desconocer sobre la existencia de dichos cables diplomáticos y, por el contrario, que la preocupación del movimiento indígena “se basa en los objetivos de los sectores populares y no únicamente de las cúpulas”. (I)
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Unidad Popular va al balotaje con Guillermo Lasso
“La única forma de acabar con el correísmo es votando por Guillermo Lasso”, justificó Geovanny Atarihuana, dirigente de Unidad Popular (ex MPD), la decisión del grupo político que se identifica como de extrema Izquierda. Así, en la segunda vuelta electoral apoyarán al candidato de la derecha.
“No consideramos incoherente esta decisión ya que siempre hemos combatido a este Gobierno, que ha concentrado todos los poderes”, dijo. La decisión se tomó en una asamblea nacional donde participaron dirigentes como Mery Zamora, Natasha Rojas y Diego Borja.
EL TELÉGRAFO
“Las cúpulas actuales de las organizaciones indígenas sustituyeron las causas sociales y políticas por la simple lucha de poder y privilegios individuales”, afirmó el periodista noruego Eirik Vold, autor del libro ‘Ecuador en la mira’, que analiza los cables diplomáticos de la Embajada de Estados Unidos en Ecuador.
Para 2006, cuando inició la candidatura a la Presidencia de Rafael Correa, la preocupación indígena se centraba en cinco cosas: objeción al Tratado de Libre Comercio (TLC), destierro de EE.UU. de la base de Manta, impedir al Ecuador ser parte del Plan Colombia, promover una Asamblea Constituyente y el reconocimiento a la cultura indígena.
A pesar de que el entonces candidato Correa también se mostraba alineado con estos objetivos y las bases indígenas mostraran su apoyo a esas propuestas, también había preocupación por la resistencia de la cúpula indígena hacia Correa.
“Lo que nadie -o casi nadie- sabía era que ya había comenzado un proceso de acercamiento entre la cúpula de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y los representantes EE.UU. (sic.) en Ecuador”, señala Vold con referencia al cable 05QUITO586 del 14 de marzo de 2005 (ver facsímil).
Para el líder indígena Pedro de la Cruz, actual parlamentario andino, la imagen que mantiene EE.UU. al interior del pueblo indígena es que buscan objetivos diferentes a los de los movimientos de izquierda y, sobre todo, al de los pueblos ancestrales. “Jamás vamos a coincidir con la postura de los banqueros del imperialismo estadounidense”, aclaró.
Sin embargo, para Napoleón Saltos, miembro fundador de Pachakutik, hay una “distorsión de la realidad que dice que todos los males surgen alrededor del imperialismo”. Agregó que existe el imperialismo y la CIA, pero que estos no representan a EE.UU.
El mismo cable citado por Vold demostraría que miembros de la Conaie pidieron a la Embajada estadounidense que interviniera para que, el entonces presidente Alfredo Palacio, les “regresara instituciones gubernamentales” que habían liderado: el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y Pueblos del Ecuador (Codenpe) y la Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe (Dineib).
Al ver el impacto político que para entonces mantenía Correa, en marzo de 2006, Luis Hernández, militar retirado y una de las fuentes militares de la Embajada de EE.UU. en Ecuador, sugirió a Luis Macas, líder de la Conaie, como binomio para Correa en los comicios del mismo año. Aquello no ocurrió, Macas fue candidato presidencial y Correa fue a la contienda electoral junto al empresario Lenín Moreno.
La apuesta de Pachakutik de ir con candidato propio a los comicios de 2006 fue, según el vocero de aquella época, Antonio Ricaurte (quien posteriormente se candidatizó como alcalde de Quito), para afirmar que si las cúpulas indígenas fueran contrarias a las decisiones de las bases, perderían escaños en el Congreso. La diferencia entre Correa y Macas fue de 22,84% y 2,19%, respectivamente.
Para noviembre del 2009, el catedrático de Chimborazo, Kléver Naula, indicó que uno de los objetivos del movimiento indígena era la creación de ‘mini-Estados’ dentro del Ecuador para que fuesen gobernados por los mismos dirigentes indígenas. Sin embargo, “ese tipo de ideología [...] no tiene apoyo de las otras dos organizaciones indígenas” que componen la Conaie.
Para Jorge Herrera, actual presidente de la Conaie, las revelaciones de WikiLeaks no afirman la realidad del movimiento. Dijo desconocer sobre la existencia de dichos cables diplomáticos y, por el contrario, que la preocupación del movimiento indígena “se basa en los objetivos de los sectores populares y no únicamente de las cúpulas”. (I)
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Unidad Popular va al balotaje con Guillermo Lasso
“La única forma de acabar con el correísmo es votando por Guillermo Lasso”, justificó Geovanny Atarihuana, dirigente de Unidad Popular (ex MPD), la decisión del grupo político que se identifica como de extrema Izquierda. Así, en la segunda vuelta electoral apoyarán al candidato de la derecha.
“No consideramos incoherente esta decisión ya que siempre hemos combatido a este Gobierno, que ha concentrado todos los poderes”, dijo. La decisión se tomó en una asamblea nacional donde participaron dirigentes como Mery Zamora, Natasha Rojas y Diego Borja.
EL TELÉGRAFO
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