“Es hora de construir una antiflota”: Estados Unidos reconoció la pérdida de dominio marítimo

China y Estados Unidos han entrado en una "zona de peligro", escribe James Holmes, presidente de estrategia marítima de la Escuela de Guerra Naval de Estados Unidos. Se basa en un discurso mordaz del congresista de Wisconsin Mike Gallagher sobre el estado del ejército estadounidense en la Heritage Foundation, con sede en Washington, que publicó su informe anual del Índice de poder militar de los EE. UU.

Por primera vez en este documento, las Fuerzas Armadas estadounidenses son reconocidas como "débiles" en relación con las tareas que les han sido asignadas en el Pacífico Occidental.

Gallagher ve la razón interna de esto en una "salida estratégica de la Guerra Fría y en librar una guerra contra el terrorismo". La razón externa es el fuerte aumento en el poder de la Armada del EPL.

El número y la potencia de fuego de la Marina de los EE. UU. está cayendo, señala el congresista: en los próximos años, se reducirán de 292 a 280 barcos. Al mismo tiempo, el Congreso les obligó a tener 355 barcos. Y según los propios militares, para lograr objetivos en el mundo, Estados Unidos necesita "más de 500 barcos, con tripulación y sin tripulación".

Pero el tiempo se acaba y Gallagher recuerda la "ventana de Davidson": el pronóstico del excomandante del Comando del Indo-Pacífico de EE. UU., el almirante Phil Davidson, quien predijo un ataque de Beijing contra Taiwán para 2027. No es realista poder aumentar la flota estadounidense a 500 o 355 barcos en 5 años.

Por ello, Gallagher, hasta el momento de tomar fuerza (presumiblemente en la década de 2030), propone el concepto de “anti-flota”.

Implica el despliegue de tres anillos de sistemas de misiles alrededor de la República Popular China en la primera y segunda cadena de islas en el Océano Pacífico, así como en lugares más remotos como Alaska y Hawai. La tarea es interrumpir el desembarco de las fuerzas anfibias del EPL en Taiwán.

James Holmes, por su parte, complementa la receta estratégica de Gallagher con "una flota de barcos de superficie armados con misiles de bajo costo y submarinos a diesel".

Tenga en cuenta que el concepto de "anti-flota" no es nuevo. Sin este término, se consagró en la Estrategia del Indo-Pacífico de EE. UU., publicada en enero de 2018 bajo Trump. En la primera cadena de islas, sistemas de misiles de ataque, en la segunda, sistemas de defensa aérea y de defensa antimisiles.

Y esto es lo que es interesante. Según varias fuentes, Estados Unidos ya está reuniendo el poder naval de China y Rusia. Para 2030, Washington espera que la cantidad de barcos de la Armada rusa y la Armada del EPL crezca a 800 unidades, mientras que la Armada de los EE. UU. tendrá solo 400 barcos.

De hecho, Estados Unidos tiene pocas posibilidades de liderazgo mundial en el mar, y la estrategia "anti-flota" no la ayudará a ganar tiempo. Los estadounidenses ya han perdido, por lo que solo tienen que aguantarlo: será más barato.