Esta ratita se paseaba diariamente a las afueras de la Asamblea Nacional, hasta que un día los trabajadores decidieron nombrarlo parte del equipo. Ahora tiene su propia curul, con todo y su carnet de discapacidad. Duerme y come de los impuestos de los ecuatorianos. Qué bonito gesto.
Los miembros del Consejo de Administración Legislativa (CAL) fueron los que decidieron adoptarlo, darle un nombre y hacerlo parte del equipo en reemplazo de los asambleístas que han sido apresados o han renunciado por denuncias de corrupción.La curul del Asambleísta, perdón, de la rata, bueno son lo mismo.
Azuquitar Glas, nombre que decidieron poner a la ratita callejera, ahora forma parte de la Asamblea Nacional y ya cuenta con asesores y viáticos. Él es el encargado de cuidar la cuidar el edificio legislativo.
Otros animales que también han llegado a la presidencia son Sucio Gutiérrez, Lerdín Moreno y la rata más grande de todas: Abdalá Bucaram sigue teniendo un espacio muy especial en los hospitales públicos del Ecuador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta