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Larry Johnson
La propaganda que inunda los medios occidentales sobre la situación en el terreno en Ucrania supera todo lo que he visto en mis 67 años de caminar por el mundo. Considere este enorme. ¿Sabías que la OTAN es la gran ganadora con respecto a la guerra en Ucrania? (Antes de leer el siguiente párrafo, póngase un collarín para minimizar el riesgo de sufrir un latigazo cervical).
Sin disparar un solo tiro, la OTAN está emergiendo como ganadora de la guerra de Ucrania mientras la fuerza invasora de Rusia tropieza y las naciones claman por unirse a la alianza occidental. . . .
A lo largo de la niebla de la guerra del año, los líderes de la OTAN han caminado por esa delgada línea, manteniéndose al margen del negocio de la ayuda militar letal para los países no miembros de Ucrania y, en cambio, jugando con su fuerza como un foro para la coordinación. Sin embargo, la alianza ha entregado equipos de comunicación y de interferencia…
Incluso con Ucrania disparando, los beneficios de una Rusia debilitada no se han perdido para la alianza. Según un funcionario de la OTAN, que habló bajo condición de anonimato mientras discutía las deliberaciones internas, hay un reconocimiento en Bruselas de que los miembros pueden optar por aceptar más riesgos cuando hurgan en sus arsenales para buscar equipos para Ucrania previamente retenidos para la autodefensa…
Sobre el terreno, comienza a presentarse un enigma más concreto: Ucrania y sus patrocinadores se están quedando sin municiones.
Varios funcionarios occidentales citaron recientemente una estadística aproximada para rondas de artillería, atribuida al general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., que dice algo así: las armas ucranianas están disparando en una semana lo que Occidente puede producir en un mes.
¿Captaste las contradicciones? Los autores insisten inicialmente en que la OTAN no está proporcionando ayuda letal (los líderes de la OTAN han caminado por esa delgada línea, manteniéndose al margen del negocio de la ayuda militar letal para los países no miembros de Ucrania ). Pero luego, en el penúltimo párrafo, se nos dice que “ Ucrania y sus patrocinadores se están quedando sin municiones. ” ¿Me pregunto quiénes son esos “RESPALDADORES”? ¿Podría ser la OTAN y los Estados Unidos?
Tom Kington y Sebastian Sprenger , los autores de esta pieza de fantasía, deberían ser procesados por incompetencia periodística. ¿Están privados de un editor? Si la OTAN y los Estados Unidos se están “quedando sin municiones”, ¿cómo constituye eso una victoria para la OTAN? Eso suena más como una victoria rusa. Si Kington y Sprenger tuvieran un cerebro funcional entre ellos, podrían haber notado que Rusia está disparando en un día lo que Occidente puede producir en un mes.
Supongo que hay otra forma de ver este artículo: tal vez sea un indicador de que la OTAN está buscando una estrategia de salida de Ucrania y puede estar contemplando declarar la victoria y seguir adelante. No es solo la escasez de logística, incluidas armas y municiones, lo que está obstaculizando las operaciones ucranianas. Las tropas ucranianas están sufriendo bajas catastróficas.
El uso de fuegos de artillería sostenidos por parte de Rusia contra las tropas ucranianas atrincheradas en lugares como Bakhmut y Soledar está cobrando un precio que se cuenta por miles. Parece que por cada baja rusa hay 10 ucranianos muertos o heridos. Eche un vistazo a esta carta que notifica a los posibles pacientes que habían planeado una cirugía electiva en Kiev que se quedaran en casa:
Los ingresos hospitalarios programados se han detenido en Kiev desde el 2 de diciembre por orden de la administración de Kiev.
La razón es la gran cantidad de heridos provenientes de Bajmut.
Según un testigo presencial, un periodista del importante periódico italiano Corriere della Sera, más de 100 soldados ucranianos gravemente heridos están siendo admitidos en un solo punto de evacuación del hospital.
Otro indicador de que Estados Unidos ha entrado en la fase de desesperación es la promesa de enviar baterías de misiles Patriot a Ucrania. El Patriot es útil para una cosa: retirarlo del servicio y guardarlo en un parque o en la plaza de un pueblo como símbolo del pasado de la destreza militar estadounidense. El Patriot es completamente inútil como sistema de defensa contra misiles de crucero e hipersónicos. Pregúntale a los saudíes. Su sistema Patriot no pudo detener los ataques lanzados por los hutíes en Yemen. Si desea obtener más detalles, lea el artículo reciente de Andrei Martyanov, Acerca de los patriotas .
El reportero del New York Times reveló tres verdades incómodas sobre Bajmut
Andrew Korybko
El New York Times (NYT) incorporó a un reportero a un equipo de vigilancia que operaba en las afueras de Artyomovsk, más conocido en la comunidad internacional por su nombre ucraniano Bakhmut. Su informe resultante de los dos días de campo de su corresponsal fue publicado el jueves bajo el título " La caza infrarroja de las tropas rusas en la batalla por Bakhmut ", que sin darse cuenta reveló tres verdades inconvenientes sobre la forma en que Kiev está librando la última fase del conflicto ucraniano .
Para empezar, el "equipo de vigilancia" en el que estaba integrado el periodista del NYT en realidad no es ucraniano en absoluto, sino que está compuesto por varios occidentales que se unieron a la llamada " Legión Extranjera " de Kiev . El estadounidense, el británico y el canadiense tienen experiencia militar anterior, mientras que el informe no aclara si su colega australiano tiene la misma experiencia. En cualquier caso, esto sugiere que Kiev no ha experimentado suficientes fuerzas en sus propias filas para llevar a cabo dicha vigilancia por sí misma, sino que la subcontrata a extranjeros.
El segundo dato políticamente inconveniente que se reveló en el artículo es que el ex infante de marina de los EE. UU. que dirigió este equipo en particular advirtió explícitamente a todos que "no hablaran inglés" cuando se acercaran a la ciudad. El NYT agregó que “muchos de los residentes restantes de Bakhmut ya sospechaban de los extranjeros, especialmente de aquellos con rifles”. Esto sugiere que los lugareños son amistosos con los rusos y/o temen a los mercenarios extranjeros de Kiev, el último de los cuales podría deberse a sus crímenes de guerra denunciados.
Y tercero, el NYT informó que el equipo de vigilancia operó en un “edificio de apartamentos volado”, lo que significa que militarizaron un área residencial en una zona de conflicto. No solo eso, sino que no aclararon si algún civil se estaba refugiando en el sótano de ese edificio en particular a pesar de informar a los lectores que "los residentes restantes de Bakhmut viven en refugios en el sótano". Esta ambigüedad notoria sugiere que los mercenarios extranjeros podrían haber estado operando en un edificio habitado.
Hay razones creíbles para sospechar que este podría ser el caso, especialmente después de recordar el informe condenatorio de Amnistía Internacional durante el verano que confirma que Kiev militariza regularmente áreas residenciales para usar a los civiles allí como escudos humanos para disuadir los ataques rusos. Teniendo en cuenta la alta probabilidad de que esta táctica internacionalmente ilegal se esté empleando actualmente en la Batalla de Bakhmut, esto significa que el NYT fue literalmente parte de otro de los crímenes de guerra de Kiev.
En conjunto, no hay duda de que el último informe del NYT reveló inadvertidamente tres verdades inconvenientes sobre Bakhmut. Primero, Kiev carece de fuerzas experimentadas para realizar operaciones de vigilancia y, por lo tanto, las subcontrata a extranjeros. En segundo lugar, los lugareños tienen miedo de esos mercenarios occidentales. Y, por último, estos mismos combatientes extranjeros están militarizando ilegalmente las zonas residenciales una vez más, con la preocupación de que también estén utilizando a esos locales como escudos humanos.
El peor ataque de Kiev contra Donetsk en ocho años es un intento desesperado por salvar las apariencias
El alcalde de Donetsk, Alexey Kulemzin , escribió en Telegram el jueves por la mañana que “los ucranianos cometieron otro crimen de guerra esta mañana. Hoy, exactamente a las 7:00 am [04:00 GMT], sometieron el centro de Donetsk al ataque más masivo desde 2014”. El peor ataque de Kiev contra esa ciudad rusa recién incorporada en ocho años se llevó a cabo por desesperación en un intento de "salvar las apariencias" en medio de la admisión del embajador estadounidense ante la OTAN de que el bloque no puede mantener el ritmo de su ayuda.
Julianne Smith dejó caer esa bomba mientras hablaba en un evento organizado por el grupo de expertos CSIS el martes, pero no debería haber sido una sorpresa para los observadores objetivos. Después de todo, ya era evidente desde la primavera pasada que la OTAN no podía mantener indefinidamente la escala y el alcance de su apoyo militar a Kiev. Las reservas de esa alianza antirrusa están disminuyendo, pero su complejo militar-industrial no puede reemplazar sus suministros perdidos lo suficientemente rápido como para revertir esta tendencia.
Este desarrollo va en detrimento de las capacidades ofensivas y defensivas de Kiev. Tendrá dificultades para mantener su impulso sobre el terreno después de reconquistar la orilla derecha de la región de Kherson, recientemente reunificada en Rusia, al mismo tiempo que lucha para defenderse de la ofensiva supuestamente planificada de Moscú a principios del próximo año. Esto tampoco es una especulación, pero lo prueban dos declaraciones recientes de funcionarios ucranianos que insinúan fuertemente las consecuencias desventajosas antes mencionadas.
El anuncio del ministro de Defensa Reznikov el lunes de que su bando supuestamente reanudará sus “acciones de contraofensiva activa” después de que el suelo se congele puede interpretarse como una admisión tácita de que la esperada disminución de la ayuda militar de la OTAN obstaculizó los planes de Kiev. Del mismo modo, la advertencia del ministro de Relaciones Exteriores Kuleba al día siguiente de que Rusia supuestamente está planeando una "gran ofensiva" para fines de enero o principios de febrero puede interpretarse como una insinuación de que Kiev corre el riesgo de ser aplastada si la OTAN reduce su ayuda como se esperaba.
En conjunto, está claro que la dinámica militar-estratégica en esta fase de la operación especial de Rusia tiende a favor de Moscú, siendo la variable decisiva que el complejo militar-industrial de la OTAN agotó sus capacidades después de diez meses de contribuir a esta guerra de poder. Al leer lo escrito en la pared, es comprensible por qué Kiev está en pánico, ya que las circunstancias lo obligan cada vez más a moderar sus objetivos maximalistas en este conflicto y, por lo tanto, considerar un alto el fuego.
Sin embargo, eso es políticamente inaceptable para su liderazgo y, por lo tanto, están desesperados por distraer al público de esta tendencia emergente, ergo por qué autorizaron el ataque más masivo en Donetsk en ocho años para "salvar las apariencias". Kiev espera aterrorizar a los rusos locales allí, impulsar el sentimiento a favor de la guerra en el país y convencer a la OTAN de que sacrifique el resto de sus reservas cada vez más reducidas a expensas de las necesidades mínimas de seguridad nacional de sus miembros para mantener el ritmo de su apoyo de guerra delegado.
Analizado desde este ángulo, se puede concluir que el último crimen de guerra de Kiev fue también una operación psicológica destinada a manipular las percepciones internas, rusas y occidentales del conflicto en este momento crucial en el que su dinámica vuelve a tender a favor de Moscú. Es demasiado pronto para predecir si esta provocación híbrida de infoguerra militar tendrá éxito en obtener los resultados deseados, pero no hay duda de que es probable que sigan más a medida que Kiev se vuelve más desesperada.
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