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La ley podría entrar en vigor en la primavera de 2021 tras más de 20 años de intentos por despenalizar la eutanasia.
Illa destaca una sociedad «más justa y humana» y PP y Vox hablan de «suicidio» asistido y «condena de muerte».
La ley de eutanasia ha salido adelante este jueves con un amplio respaldo en el Congreso de los Diputados y pese a los votos en contra de PP y Vox. Una ley por la que familias, colectivos y particulares llevan luchando décadas y que podría entrar en vigor definitivamente en la primavera de 2021 tras su tramitación en el Senado.
La votación ha salido adelante con 198 votos a favor, 138 en contra y dos abstenciones. De esta forma, se despenaliza por primera vez la eutanasia mediante una ley que establece unas características muy concretas. Así, se podrá aplicar solo a mayores de edad, en condiciones «plenas», que tengan una enfermedad grave o sufrimiento intolerable y expresen su voluntad de morir. Todo ello, en un proceso acompañado por los médicos, que puede ser revocado en cualquier momento y tras haberle ofrecido las distintas alternativas como el acceso a cuidados paliativos.
La votación se ha producido tras un debate que ha durado algo más de una hora entre duros reproches entre quienes han votado a favor y en contra. Un debate presente también a las afueras del Congreso, donde una manifestación -que ha recibido el apoyo de Vox- clamaba contra el ‘Gobierno de la muerte’, mientras que partidarios de la eutanasia también se acercaban a las puertas del Congreso para mostrar su apoyo.
Antes de la votación, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha aplaudido el apoyo mayoritario del Congreso a la futura ley de eutanasia, que supone, ha afirmado, un avance en el reconocimiento de derechos «hacia una sociedad más humana y más justa».
«Como sociedad, no podemos permanecer impasibles ante el sufrimiento intolerable que padecen muchas personas; España es una sociedad democrática lo suficientemente madura como para afrontar esta cuestión», ha manifestado en el pleno antes de la votación del dictamen de la norma.
A favor de la norma, ha estado también una gran mayoría de diputados que han recordado a aquellos que, como Ramón Sampedro o María José Carrasco, reclamaron una muerte digna para ellos mismos y no lo lograron porque la eutanasia era ilegal.
Han insistido en que nadie pierde derechos, sino que éstos se amplían y que la eutanasia y los cuidados paliativos y la ley de dependencia son «complementarios y no contradictorios». Y es que los intentos por aprobar una ley de eutanasia llevan sucediéndose desde 1994.
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