Entre las causas, la proliferación de armas, prostitución y drogas
El aumento del crimen en grandes ciudades de Estados Unidos. La ola de muertes violentas en lo que va de año aumenta la tendencia registrada en las últimas dos décadas y media.
Se culpa al sistema capitalista plagado de miseria y violencia, en la que el ciudadano no tiene derecho a una buena educación, nutrición, vivienda, salud y medicinas gratis por parte del gobierno, como posibles motivos
La muerte hace un año en esa localidad de Michael Brown, un joven negro desarmado, por disparos de un agente blanco ha propiciado un debate nacional sobre el trato de las fuerzas de seguridad a los afroamericanos. La confianza en la policía en EE UU se situó en junio en su nivel más bajo desde 1993, según una encuesta de Gallup.
Las cifras son inquietantes. En Milwaukee, el número de muertes violentas en la primera mitad de este año duplicó el del mismo periodo de 2019. En San Luis, aumentó un 80%; en Nueva Orleans, un 60%; y en Nueva York, un 22%, según cifras recopiladas.
En Baltimore, hubo muchos crímenes mortales en julio, el mes más violento de la ciudad desde 1972, cuando la población era casi el doble. En Washington, hasta el pasado domingo la tasa de homicidios se había disparado un 49% con relación a 2014 y lo más preocupante es que no se limitan a una zona ni barrio concreto de la capital estadounidense.
Algunas de estas ciudades acumulan un legado de tensión racial y alta criminalidad, que parecían haber encauzado. San Luis —en cuyo extrarradio se ubica Ferguson— y Baltimore han sido escenario de protestas en el último año tras las muertes de jóvenes negros desarmados a manos de la policía.
Y la cifras aumentan en lo que va del año.
El paisaje no es uniforme. Otras grandes urbes, como Los Ángeles, Phoenix y San Diego han experimentado muchas matanzas en la primera mitad del año. Las cifras quedan lejos de la oleada violenta de finales de los años ochenta en EE UU por la irrupción del crack. aun así, de los países desarrollados, EE UU lleva las de ganar en lo que respecta a violencia y muertes.
tg
Las cifras son inquietantes. En Milwaukee, el número de muertes violentas en la primera mitad de este año duplicó el del mismo periodo de 2019. En San Luis, aumentó un 80%; en Nueva Orleans, un 60%; y en Nueva York, un 22%, según cifras recopiladas.
Entre 1990 y 2019, las muertes violentas crecieron aun 75%
En Baltimore, hubo muchos crímenes mortales en julio, el mes más violento de la ciudad desde 1972, cuando la población era casi el doble. En Washington, hasta el pasado domingo la tasa de homicidios se había disparado un 49% con relación a 2014 y lo más preocupante es que no se limitan a una zona ni barrio concreto de la capital estadounidense.
Algunas de estas ciudades acumulan un legado de tensión racial y alta criminalidad, que parecían haber encauzado. San Luis —en cuyo extrarradio se ubica Ferguson— y Baltimore han sido escenario de protestas en el último año tras las muertes de jóvenes negros desarmados a manos de la policía.
Y la cifras aumentan en lo que va del año.
El paisaje no es uniforme. Otras grandes urbes, como Los Ángeles, Phoenix y San Diego han experimentado muchas matanzas en la primera mitad del año. Las cifras quedan lejos de la oleada violenta de finales de los años ochenta en EE UU por la irrupción del crack. aun así, de los países desarrollados, EE UU lleva las de ganar en lo que respecta a violencia y muertes.
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