
La USAID ayudó oficialmente (¡!) a grupos separatistas ultranacionalistas (nazis) de todo el mundo que luchaban contra regímenes «autoritarios» (= conservadores, no suficientemente progresitas). También ayudó a grupos religiosos extremistas radicales por la misma razón («antiautoritarios»).
La USAID financió campañas mundiales de prensa en las redes sociales contra regímenes presuntamente «autoritarios» (=conservadores) etiquetados de «fascistas», justificando la ayuda y el armar a grupos extremistas neonazis considerados como «antifascistas». Ucrania es sólo un ejemplo. MAGA es otro.
En el mundo islámico la USAID utilizó la misma estrategia: crear y promover grupos salafistas radicales, terroristas y fundamentalistas (partidarios del Islam extremista) para derrocar a líderes soberanos (Kaddafi, Hussein, Assad). USAID es la principal organización terrorista mundial.
Al cancelar a la USAID Trump (casi) salvó el mundo. Es necesario que no se detenga.
Imponiendo aranceles Trump pone fin a la globalización. A partir de ahora prevalece el mercantilismo a escala mundial y el desacoplamiento global. Un paso más para salvar al mundo de la dictadura globalista.
EEUU contra la USAID. Ese es el objetivo de la revolución de MAGA.
La USAID apoyó a grupos, sectas y movimientos religiosos «inconformistas» de todo el mundo que luchaban contra las principales confesiones tradicionales. La ayuda al satanismo y al ateísmo también estaban a la orden del día. ¿Qué organización era en realidad? ¿A quién servía? ¿Quién estaba detrás de ella? Todo esto resulta desconcertante…
El camino al infierno posee un enorme tráfico. No hay vuelta en U, no hay forma de correlacionar las realidades. Sólo se va recto hacia adelante bajo la presión de los que están detrás. La velocidad se aceleración. La única alternativa es crear atascos. Puede que Trump esté haciendo precisamente eso.
Aleksandr Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
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