
La victoria del candidato soberanista George Simion en la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas es un acontecimiento importante. En ella vemos una confirmación de la voluntad del pueblo rumano de acabar con la omnipotencia de las euroélites liberales y la dictadura globalista. Al mismo tiempo, no debemos olvidar que el pueblo rumano es una nación ortodoxa. Y si George Simion, así como el anteriormente destituido Calin Georgescu, hablan de una volver a los valores tradicionales, entonces se refieren a la ortodoxia.
Una ola de revolución conservadora se está levantando ahora en Europa. Los partidarios de los valores tradicionales se enfrentan a los globalistas. Hemos visto el acto previo de este drama en Estados Unidos en la lucha de los trumpistas contra los globalistas, como resultado de la cual en Estados Unidos en las últimas elecciones ganaron los valores tradicionales.
Ahora esta revolución conservadora se ha extendido a Europa y vemos cómo se resisten ferozmente los liberales, que esencialmente han establecido una dictadura en la mayoría de los países europeos. Por ejemplo, el otro día reconocieron al partido soberanista conservador Alternativa para Alemania (AfD) como «organización extremista» sin ninguna buena razón. De hecho, desafiando a la nueva administración estadounidense, ya que Trump y Musk habían apoyado anteriormente a AfD.
Del mismo modo, Trump, Musk y los trumpistas apoyaron al soberanista rumano Calin Georgescu, que fue eliminado ilegalmente de las elecciones presidenciales de 2025 y que previamente había ganado la primera vuelta de 2024, cuyos resultados fueron igualmente anulados ilegalmente debido a las acusaciones completamente infundadas de Georgescu de trabajar para Rusia. Ahora, en otra primera vuelta, George Simion, apoyado por Calin Georgescu, ha ganado el primer puesto con el 41% de los votos. Y en este sentido su victoria es una victoria del pueblo rumano y de toda la Europa conservadora sobre la dictadura liberal globalista.
Por supuesto, nuestros intereses geopolíticos no todo coincide con el programa de Simion. Pero él está contra el régimen de Kiev, contra la guerra, contra el liberalismo y su dictadura y, por lo tanto, es objetivamente nuestro aliado. No habrá una armonía fácil en nuestras relaciones, pero al menos son enemigos de nuestros enemigos.
Dicho esto, creo que ahora los globalistas intentarán algo más contra el pueblo rumano. El primer intento de colocar al candidato conservador Calin Georgescu en la presidencia de Rumanía fracasó. Este es el segundo intento. Y vemos que los globalistas usan cualquier método a su disposición: asesinatos políticos, terrorismo, persecución de figuras políticas que no les gustan, anulación y revisión de las elecciones.
Mucha gente le tiene miedo a las ideas de George Simion de reunificar Rumanía con Moldavia. Me gustaría decir que la actual líder moldava Maia Sandu, globalista y protegido de Soros, es todo lo contrario al soberanista Simion. Por lo tanto, obviamente habrá una lucha entre ellos. E incluso no descarto que Rumanía se acerque más a Rusia que a Moldavia, que antes nos era tan querida y cercana.
Pero ahora, lo más importante es que estas elecciones sigan celebrándose. Para que los rumanos puedan expresar soberanamente su voluntad y los globalistas europeos, que han establecido su dictadura liberal, también en Rumanía, no puedan perturbar una vez más está libre expresión de la voluntad del pueblo rumano ortodoxo.
Aleksandr Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
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